Drones y normativa europea: lo que debes saber en 2025.
Los sistemas de aeronaves no tripuladas (o UAS por sus siglas en inglés) son los protagonistas de la revolución de sectores tan diversos como la agricultura, la topografía, la inspección de infraestructuras o la conservación ambiental.; todo este auge que vemos en estos tiempos ha de ir de la mano de una regulación clara, necesaria, común y actualizada.
Desde Altácia, donde buscamos la promoción de la sostenibilidad haciendo un uso inteligente de la tecnología, hemos analizado el estado de la normativa actual sobre drones, cómo afecta a los operadores y empresas y qué tenemos que esperar para los próximos años.
Un marco normativo armonizado
La Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA) es la encargada de velar por la regulación de los UAS en Europa. Dicha regulación se aplica a través de dos reglamentos clave: el Reglamento de Ejecución (UE) 2019/947 y el Reglamento Delegado (UE) 2019/945. Dichos marcos normativos establecen los requisitos para las aeronaves, los operadores y las operaciones, donde se incluyen aspectos como la categorización de los riesgos, la formación de los pilotos y las autorizaciones necesarias. Para España, esta regulación se complementa con el Real Decreto 517/2024 donde se adaptan las directrices europeas al contexto nacional.
Como gran ventaja de esta armonización de la legislación es la posibilidad de que los operadores con autorización en un país miembro puedan realizar su trabajo en otros estados miembros de la UE sin tener que duplicar trámites, siempre que se cumplan unas determinadas condiciones y se esté en posesión de las certificaciones específicas.
¿Qué categorías operativas existen?
Según el riesgo se establecen tres categorías de operación:
- Abierta: no es necesaria autorización previa, se pueden volar drones de menos de 25 kg de peso, el vuelo es a la vista (VLOS) y no se permiten actividades peligrosas como el transporte de mercancías o el lanzamiento de objetos. Es la operación más común en usos recreativos y trabajos técnicos sencillos.
- Específica: donde se realizan operaciones más específicas y con riesgo que requieren una evaluación operacional y en muchos casos, autorización previa. En este caso se emplean herramienta como el análisis SORA donde se determina el nivel de riesgo y la medidas de mitigación necesarias.
- Certificada: para transporte de personas o mercancía peligrosas donde se exige un proceso similar al de la aviación tripulada, incluyendo certificaciones EASA y requisitos técnicos avanzados.
Además, existen escenarios estándar europeos y naciones (STS y STS-ES) donde se simplifica los trámites mediante declaraciones operacionales definidas.

¿Cómo se obtiene una autorización específica?
La obtención de una autorización operacional en la categoría específica, anteriormente citada puede llevar varios meses y puede exigir una preparación meticulosa. Primero se define el concepto de operación (ConOps) realizándose un análisis de riesgo siguiendo la metodología SORA 2.0. Dentro de ese análisis se incluye la identificación de riesgos en tierra y aire. La aplicación de medidas estratégicas y técnicas y la justificación de de los objetivos de seguridad operacionales (OSOs)
También es posible utilizar PDRAs (Pre-Defined Risk Assesments) donde se simplifica todo el proceso al ofrecer plantillas preevaluadas por la EASA.
El papel de la sostenibilidad y la tecnología
En Altácia, vemos los UAS como herramientas ideales para la sostenibilidad: permiten recoger datos precisos de fauna, vegetación y calidad del aire sin alterar el entorno. Sin embargo, esta tecnología debe usarse de forma segura y regulada: entender la normativa no es solamente una obligación legal, sino una garantía de calidad, seguridad y compromiso con el entorno. Quienes quieran profundizar en cómo la tecnología puede impulsar la sostenibilidad encontrarán en el artículo ¿Cómo puede la tecnología acelerar la sostenibilidad en las empresas? un análisis de herramientas digitales avanzadas, como el IoT y los sistemas de información geográfica, que permiten optimizar recursos, reducir impactos ambientales y fomentar prácticas responsables.
Los nuevos desarrollos normativos también están abriendo la puerta a operaciones autónomas como el uso de enjambres o vuelos más allá de la línea de visión (BVLOS), permitiendo nuevos usos en zonas remotas o la realización de tareas críticas como puede ser la monitorización de incendios forestales o infraestructuras lineales.

Un reto y una oportunidad
Se presenta un panorama normativo europeo para drones en 2025 arrojando un equilibrio entre seguridad, innovación y sostenibilidad. Las empresas que sepan adaptarse y aprovechar este marco legal no solo cumplirán con la ley, sino que podrán ser líderes en sectores donde la tecnología aérea marcará la diferencia.
Desde Altàcia, acompañamos a nuestros clientes en esta transición tecnológica, promoviendo un uso responsable y estratégico de los UAS en el contesto ambiental y urbano. Apostamos por una tecnología que no solo vuela, sino que construye futuro.