El Día del Sobregiro Ecológico: un síntoma alarmante de nuestro impacto sobre el planeta
El pasado 6 de junio, España alcanzó su Día del Sobregiro Ecológico, es decir, la fecha en la cual hemos consumido todos los recursos naturales que nuestros ecosistemas pueden regenerar en un año.
Este hito, cada año se adelanta más y es un claro indicador de que nuestro modelo de desarrollo no es sostenible. No solo estamos agotando los recursos naturales a un ritmo alarmante, sino que también estamos comprometiendo la capacidad de la naturaleza para sostener la vida tal como la conocemos.
El sobregiro ecológico tiene consecuencias tangibles en nuestra vida diaria, desde la escasez de agua hasta la pérdida de suelos fértiles, pasando por la disminución de la biodiversidad y el aumento de fenómenos climáticos extremos.
En este contexto, la biodiversidad emerge como un pilar fundamental para restaurar el equilibrio ecológico. No se trata solo de proteger especies en peligro, sino de garantizar los servicios ecosistémicos que sustentan nuestra salud, economía y bienestar.
Impacto en la biodiversidad
La biodiversidad es mucho más que una colección de especies. Es la red compleja e interdependiente de vida que permite que los ecosistemas funcionen correctamente. Sin embargo, la sobreexplotación de recursos naturales, la expansión urbana descontrolada, la contaminación y el cambio climático están provocando una pérdida acelerada de biodiversidad en España. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, más del 30% de las especies evaluadas en nuestro país están amenazadas.
Esta pérdida tiene consecuencias directas sobre nuestra calidad de vida. Por ejemplo, la desaparición de polinizadores como las abejas afecta la producción agrícola; la degradación de los suelos reduce la capacidad de cultivo y la destrucción de humedales compromete la regulación natural del agua. Además, la fragmentación de hábitats impide que muchas especies se adapten al cambio climático, reduciendo su resiliencia y aumentando su riesgo de extinción.

En regiones como Doñana, los Pirineos o la Sierra de Guadarrama, se observa cómo la presión humana está alterando ecosistemas únicos. La pérdida de biodiversidad no solo es una tragedia ecológica, sino también económica y social. Restaurar estos ecosistemas no es una opción, sino una necesidad urgente para garantizar un futuro sostenible.
El papel de Altácia: innovación para la regeneración ecológica
Frente a este panorama, Altácia se posiciona como un actor clave en la regeneración ecológica. Desde su Departamento de Proyectos Estratégicos, Altácia desarrolla soluciones que combinan tecnología avanzada, conocimiento ambiental y una visión estratégica orientada a la sostenibilidad como por ejemplo es el uso de GeoAI y teledetección, tecnologías que permiten monitorizar ecosistemas en tiempo real, identificando amenazas como la deforestación por incendios, el estrés hídrico o la pérdida de cobertura vegetal con una precisión muy alta.
Otro ámbito clave es la consultoría estratégica para proyectos de restauración ecológica, alineados con la Ley de Restauración de la Naturaleza y los objetivos europeos de biodiversidad.
Llamado a la acción
La regeneración ecológica y ecosistémica no puede ser responsabilidad de unos pocos. Requiere la colaboración activa de todos los sectores de la sociedad: gobiernos, empresas, comunidades locales y ciudadanía.
Esto implica adoptar prácticas como la agricultura ecológica regenerativa, que mejora la salud del suelo, realza la utilización de variedades vegetales resistentes y autóctonas; la reforestación con especies autóctonas, que fortalece los ecosistemas locales y sirven como sumidero de carbono, además de darnos recursos forestales; y la gestión sostenible del agua, especialmente en regiones afectadas por la sequía.
También es fundamental fomentar la educación ambiental, para que las nuevas generaciones comprendan la importancia de proteger la biodiversidad y entiendan como el uso abusivo de los recursos naturales puede desencadenar un desequlibrio ecológico.

Cada persona puede contribuir desde su ámbito: reduciendo el consumo de plásticos, eligiendo productos locales y de temporada, participando en iniciativas de voluntariado ambiental o apoyando políticas públicas que prioricen la sostenibilidad. La suma de pequeñas acciones puede generar un gran impacto colectivo.
Hacia un futuro habitable: restaurar la biodiversidad es urgente e imprescindible
El Día del Sobregiro Ecológico es mucho más que una fecha simbólica: es un recordatorio de que estamos viviendo por encima de las posibilidades del planeta. La biodiversidad, lejos de ser un lujo, es la base de nuestra supervivencia. Sin ella, los ecosistemas colapsan, y con ellos, nuestra calidad de vida.
Desde Altácia, el compromiso con la innovación y la sostenibilidad es firme. A través de proyectos que combinan ciencia, tecnología y participación ciudadana, se está demostrando que es posible restaurar los ecosistemas y construir un futuro más justo y resiliente. Pero este esfuerzo no puede ser aislado. Necesitamos una transformación profunda de nuestros modelos de producción, consumo y relación con la naturaleza.
El desafío es enorme, pero también lo es la oportunidad, restaurar la biodiversidad no solo es posible, sino imprescindible y cuanto antes actuemos, mayores serán nuestras posibilidades de éxito.
Porque “solo restaurando lo que hemos perdido podremos garantizar un futuro habitable para las futuras generaciones.”