Seguimiento y Vigilancia Ambiental en Infraestructuras: Cómo ALTÁCIA Garantiza Resultados Reales

Seguimiento y Vigilancia Ambiental en Infraestructuras: Cómo ALTÁCIA Garantiza Resultados Reales

En el ámbito de las infraestructuras, ya sean redes de transporte, líneas eléctricas, plantas de energías renovables o instalaciones industriales, existe una gran brecha entre lo que se proyecta y lo que realmente ocurre en seguimiento y vigilancia ambiental. ALTÁCIA ayuda a cerrar esa brecha, asegurando que los proyectos cumplan con la normativa y generen un impacto positivo en el entorno.

La base legal: Ley 21/2013 y la Evaluación de Impacto Ambiental

La Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación de impacto ambiental, exige un seguimiento continuo de los proyectos a través de control, verificación, supervisión y evaluación. Para cumplirla:

  • Los estudios de impacto ambiental incluyen recomendaciones y obligaciones.
  • Las declaraciones de impacto ambiental fijan condiciones para autorizar el proyecto.
  • El proyecto incorpora un anejo con medidas protectoras y correctoras.

Contar con una empresa especializada como ALTÁCIA desde la fase inicial permite planificar un sistema de vigilancia ambiental riguroso y viable, alineado con la normativa y las mejores prácticas del sector.
Para saber más sobre qué distingue a ALTÁCIA como consultora ambiental, visita este artículo.

Diferencia clave: vigilancia vs. seguimiento ambiental

Uno de los principales problemas de las infraestructuras es confundir vigilancia ambiental con seguimiento ambiental:

  • Vigilancia ambiental: Se realiza durante la construcción. Evalúa si las medidas proyectadas funcionan en el terreno, si la obra cumple con la Declaración de Impacto Ambiental y si surgen impactos no previstos. Es, en esencia, el control del presente.
  • Seguimiento ambiental: Comienza al finalizar la obra y se prolonga durante la vida útil de la infraestructura. Permite observar la revegetación, el uso de pasos de fauna, la erosión de taludes o el impacto acústico. Es el control del futuro y el mecanismo central para el aprendizaje ambiental.

Problemas habituales en la práctica

En muchos proyectos, la vigilancia se realiza de forma irregular, dependiendo de la voluntad del equipo de obra, y el seguimiento suele ser inexistente. Esto provoca:

  • Medidas ambientales que se perciben como un trámite, no como parte integral del proyecto.
  • Falta de supervisión en revegetación, fauna y funcionamiento ecosistémico.
  • Detección tardía de problemas, con correcciones costosas.
  • Presupuestos insuficientes o mal asignados, dificultando la independencia técnica.

Cómo ALTÁCIA transforma el seguimiento y la vigilancia

Para un sistema ambiental eficaz, es clave:

  1. Separar conceptual y operativamente vigilancia y seguimiento. Cada fase debe tener responsables, protocolos y recursos propios.
  2. Vigilancia activa durante la obra: Detectar problemas rápidamente, ajustar medidas y asegurar que la dirección ambiental de obra tenga autoridad.
  3. Seguimiento estructurado post-obra: Medir eficacia de medidas, identificar fallos y proponer mejoras con metodologías trazables y datos fiables.
  4. Integración en la gestión del promotor: Incluir resultados de seguimiento en los planes de gestión y calidad, asegurando aprendizaje para futuros proyectos.

ALTÁCIA aporta metodologías avanzadas, equipos técnicos especializados y tecnología para garantizar un seguimiento ambiental sólido y orientado a resultados.

Beneficios de un buen seguimiento y vigilancia ambiental

Contrario a lo que muchos creen, el seguimiento y la vigilancia ambiental no son una carga, sino una garantía que permite:

  • Reducir incertidumbres.
  • Mejorar la relación entre infraestructura y entorno.
  • Optimizar inversiones.
  • Generar confianza en los procedimientos de evaluación ambiental.

Con ALTÁCIA, los promotores de infraestructuras pueden asegurar que sus proyectos no solo cumplan la normativa, sino que generen un impacto ambiental positivo y medible.